
- América Latina es el escenario de un doble fenómeno, tan masivo como preocupante: la 
 urbanización en pobreza. En la última década, el crecimiento urbano ha sido de 13%, pero
 esta cifra no ha estado acompañada por mejoras en la calidad de vida. Uno de cada cuatro
 latinoamericanos vive en pobreza monetaria, existen barreras al acceso al crédito formal
 para la mitad de la población ocupada, y hay dificultades para fomentar el ahorro.
- En Colombia también se presenta esta situación, aunque nuestros indicadores sectoriales 
 de vivienda están comparativamente mejor que los de nuestros pares latinoamericanos, con
 un déficit cuantitativo del 6,8%, un déficit cualitativo del 22,1%, y el 10% de la población
 viviendo en barrios informales.
- La tarea actual de la banca no es sólo contribuir al desempeño del sector vivienda, sino 
 hacerlo en sintonía con el desarrollo social del país. Para lograrlo, resulta fundamental
 garantizar una casa para los colombianos, brindando soluciones en i) calidad; ii) acceso, iii)
 sostenibilidad y iv) alternativas para la propiedad.
- Los retos actuales se asocian a i) estructurar instrumentos financieros enfocados en el 
 mejoramiento de viviendas, ii) fomentar las ventas a los niveles históricos a través de ajustes
 en el subsidio familiar de vivienda, iii) el incremento de la cartera verde del sector, pasando
 del 5% del total de la cartera de vivienda al 17% para 2030, iv) la caracterización y regulación
 de los nuevos modelos de negocio asociados al arrendamiento especializado.

