- Colombia experimentó una fuerte desaceleración económica en 2023. Esta situación, junto con unas condiciones financieras aún estresadas por cuenta de una inflación que completó 29 meses por fuera del rango meta del BR y una TPM aún elevada, llevó a una fuerte contracción de la cartera crediticia.
- Asobancaria estima que la cartera habría caído 6,8% real anual a cierre de 2023, la caída más profunda desde jun-00. Las modalidades de peor desempeño fueron la cartera de consumo (-10,7%) y comercial (-6,4%).
- Para 2024 se espera que la cartera inicie una senda de recuperación, aunque será un proceso lento. Esto último por cuenta de (i) un crecimiento económico exiguo, (ii) unas condiciones financieras estresadas para empresas y hogares, (iii) un posible deterioro en el mercado laboral y (iv) un ambiente de incertidumbre en materia de inversión. Así, la cartera total solo crecería 1,0% real en 2024.
- El Indicador de Alerta Bancaria continuará evidenciando un nivel de riesgo alto en 2024. En todo caso, será menor al de 2023 y el sector continuará cumpliendo con las exigencias regulatorias en materia de capital y liquidez y mantendrá alejados escenarios de crisis.
- Asobancaria insiste en la importancia de recuperar una senda ascendente de profundización financiera que permita acercar al país a su nivel potencial (65%) y llevar más bienestar económico y social a los colombianos. Por lo pronto, las cifras proyectadas para 2023 (44,8%) y 2024 (44,7%) dejan al país en niveles que no se veían hace cerca de una década.