• En la primera semana de marzo, el Gobierno Nacional anunció la conformación de la denominada “Comisión de Estudio del Gasto Público y de la Inversión”, un grupo conformado por once expertos cuyo objetivo es realizar un estudio comprehensivo e integral del gasto y la inversión pública en el país. Así, tras diez meses de sesiones de trabajo, esta comisión deberá entregar un diagnóstico en el que se identifique no solo las falencias que impiden un manejo más eficiente del gasto y la inversión pública sino las oportunidades de mejora que existen en estos frentes.
• El choque petrolero generó un desbalance importante en las cuentas fiscales del país. Si bien el Gobierno intentó contrarrestar la caída en las rentas petroleras con recortes de gasto, la poca flexibilidad de algunos componentes del mismo impidió que este se ajustara en las proporciones deseadas. Adicionalmente, la notable depreciación del tipo de cambio que trajo consigo la caída en los precios del petróleo encareció el endeudamiento externo y aumentó de manera importante el pago de intereses, generando presiones adicionales sobre el gasto público.
• Pese a los notables avances que se han realizado en el país para robustecer el marco institucional fiscal y lograr una mayor sostenibilidad de las finanzas públicas, los desafíos que aún persisten no son de poca monta. Implementar una estrategia nacional para hacer más eficiente el gasto público requiere necesariamente realizar ajustes en cada uno de los componentes del mismo.
• La optimización del gasto público pasa necesariamente por: (i) una reforma al actual Sistema General de Participaciones, que no solo simplifique los criterios de asignación y distribución de las transferencias a las regiones, sino que fortalezca la capacidad de gestión y generación de ingresos de los entes territoriales; y (ii) una reforma pensional de carácter estructural, que solucione los graves problemas de cobertura, inequidad y sostenibilidad financiera del sistema de pensiones actual.