- Como resulta natural en un periodo de desaceleración económica, durante 2016 la cartera crediticia del sector bancario registró una moderación en su dinámica de crecimiento. Este menor dinamismo se sustentó en factores como: (i) la desaceleración de la actividad productiva, (ii) el aumento en las tasas de interés por cuenta de una política monetaria restrictiva y (iii) la menor demanda interna. Nuestros estimativos sugieren que al cierre de 2016 la cartera habría crecido 6,1% en términos reales, lo que refleja una moderación frente al desempeño crediticio en 2015 (8,4%).
- Pese a la desaceleración crediticia, la adecuada y activa gestión de riesgos por parte de las entidades evitó que la calidad de la cartera se deteriorara de manera considerable. Así mismo, los indicadores de cobertura continúan señalando holgura en el aprovisionamiento de la cartera vencida, otro elemento que permite evidenciar la fortaleza del sector, aún en periodos de bajo crecimiento económico.