Pese a la desaceleración que registró la economía a lo largo del 2008, los resultados de este año son aceptables para la mayoría de sectores económicos, incluyendo a los establecimientos de crédito.
La labor de la banca ha sido, y seguirá siendo, la de intermediar el ahorro del público de una manera segura y en forma rentable tanto social como económicamente. La confianza del público en la banca es el mejor activo con el que puede contar el país en momentos como el actual. Ningún objetivo, por loable que parezca, justifica renunciar a la prudencia bancaria y la estabilidad financiera.
En esta edición de Semana Económica presentamos un balance de la actividad financiera durante 2008 y las perspectivas en materia de crédito para 2009.