• El panorama de aceleración económica ha generado un clima propicio para la recuperación de la cartera crediticia bruta que creció un 4,8% real anual al corte agosto de 2019. Por otro lado, la adecuada gestión de riesgos adelantada por el sector bancario se ha visto reflejada en el indicador de calidad de cartera que evidenció una mejoría ubicándose en 4,5%, impulsada por el mejor comportamiento de los indicadores de consumo y comercial.
• Dentro de los desafíos que enfrenta el sector bancario en materia de migración hacía estándares regulatorios internacionales, se destaca lo relacionado con: (i) la supervisión comprensiva y consolidada de los Conglomerados Financieros; (ii) las disposiciones de Basilea III en materia de capital (requerimientos de patrimonio adecuado y capital por riesgo operacional); (iii) el Coeficiente de Fondeo Estable Neto (CFEN); y (iv) el Sistema Integral de Administración de Riesgos (SIAR). En materia regulatoria también se resalta lo concerniente a los diversos Proyectos de Ley sobre Hábeas Data que se han radicado desde el año pasado.
• Bajo el actual entorno económico, financiero, tecnológico, sociopolítico y ambiental, la función de gestión de riesgos de las entidades financieras enfrenta una serie de retos, dentro de los que se destacan: (i) la desaparición de la LIBOR como tasa de referencia del mercado a partir de 2022; (ii) la ciberseguridad y el fraude; y (iii) la adopción de un esquema de Open Banking.