A escasas tres cuadras del que fue su despacho por varias décadas, en la torre de Seguros Bolívar situada en la avenida Eldorado con calle 68, José Alejandro Cortés, mantiene un ritmo de trabajo casi tan intenso como el que le demandaba la presidencia de uno de los mayores conglomerados financieros y empresariales del país: el Grupo Bolívar. (…) ¿Qué significó el homenaje recibido de sus colegas en la pasada convención bancaria? Gratitud porque, al final, las personas se mueven por los reconocimientos; forma parte de lo que es el ser humano, porque son como una constancia de que se ha sido una persona valiosa para la sociedad, una corporación o una empresa. Lo traemos desde niños, cuando tratamos de demostrarles a nuestros padres una destreza o algo, buscando un reconocimiento; y después de grandes, seguimos siendo niños en eso, pero se vuelve importante cuando ese mérito es reconocido por los demás en el sentido de que somos personas valiosas desde el punto de vista de la profesión y la sociedad.