Ahora que estrenamos el nuevo billete de 100.000 pesos, la consabida pregunta ‘¿no tiene más sencillo?’ va a incrementar, para muchos, el nivel zozobra y sufrimiento a la hora de pagar. De acuerdo con un informe de Asobancaria, la meta de bancarización para el 2018 es que el 85 por ciento de la población tenga acceso a un sistema que ofrezca alternativas diferentes al efectivo, mucho más inclusivo y a través de la tecnología. Pero la gran barrera de países como este es que seguimos apegados a la transacción comercial en efectivo, por inseguridad o por temor mismo al cambio tradicional de compraventa. Mientras en naciones como Chile y Japón solo entre el 15 y el 20 por ciento de la población usa dinero efectivo, en Colombia todavía el 48 por ciento sigue apegado al metálico, según la misma Asobancaria.