• La carrera armamentística que se desarrolló en la Segunda Guerra Mundial incidió en la diferenciación entre las armas clásicas o convencionales y aquellas nuevas o no convencionales, como las Nucleares, Biológicas y Químicas (NBQ). Estas últimas dieron vida a la expresión Armas de Destrucción Masiva (ADM), por su capacidad destructiva y sus efectos indiscriminados.
• En la actualidad, la Proliferación de las Armas de Destrucción Masiva (PADM) se considera como uno de los retos y prioridades más importantes en materia de seguridad internacional. Muestra de ello es la atención que recibe este asunto en las estrategias nacionales de seguridad de la mayoría de los Estados, así como por parte de las Organizaciones Internacionales como Naciones Unidas (ONU), la Unión Europea (UE) y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
• En febrero de 2012, el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) incluyó en sus 40 Recomendaciones la adopción de medidas orientadas a prevenir, suprimir y desarticular la PADM y su financiamiento. Esta recomendación, identificada en el numeral séptimo, se encuentra encaminada a la aplicación de sanciones financieras dirigidas en virtud de lo estipulado en las Resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (RCSNU) 1718 y 1737 de 2006, 1747 de 2007, 1803 de 2008 y 1929 de 2010, las cuales se encuentran relacionadas con la PADM de la República Popular Democrática de Corea y la República Islámica de Irán.