Fortaleciendo vínculos

A lo largo de las últimas décadas, el sector financiero se ha consolidado como una de las actividades con mayor generación de valor agregado en Colombia, siendo un actor fundamental en el apalancamiento de la inversión, de la adquisición de vivienda de millones de colombianos y de la realización de las metas de consumo de los hogares que en nuestro país buscan mejorar su nivel de vida. Todos estos procesos han generado efectos virtuosos sobre el crecimiento económico y social del país en el tránsito hacia la consecución de mejores estándares de bienestar.

Ahora más que nunca, los grandes y desafiantes retos a los que se enfrenta la economía tanto en el corto como en el mediano y largo plazo demandan un sistema financiero más sólido y eficiente, que continúe siendo soporte del crecimiento de la actividad económica y de los procesos de fortalecimiento y diversificación de su estructura productiva.

Es por esto que el fortalecimiento de los vínculos que existen al interior del sistema financiero resulta imperativo, pues permite no solo contar con mayores fuentes de fondeo para financiar proyectos de tan sentida necesidad como los de infraestructura, sino también soportar el proceso de recomposición y diversificación sectorial que tanto demanda el país. En este sentido, una de las sinergias que ha demostrado tener mayor potencial de generación de valor agregado es la relación existente entre el sistema bancario y el mercado de capitales. La literatura económica ha sido ilustrativa y contundente en señalar que para economías como la colombiana, el fortalecimiento tanto del sector bancario como del mercado de capitales es la vía más apropiada para lograr una mayor consolidación del sector financiero.

Un caso particular es el reciente desarrollo de la industria de fondos de capital privado (FCP) en el país, un vehículo de inversión que, enmarcado en el mercado de capitales, ha demostrado complementarse de manera importante con el sistema bancario. El efecto virtuoso de estos vínculos genera, por supuesto, externalidades positivas en términos de desarrollo empresarial y formalización de la economía.

Más allá de ofrecerles financiamiento a las empresas, los FCP desempeñan un rol importante en el fortalecimiento de las firmas, ayudándolas a mejorar sus estándares de gobierno corporativo, sus prácticas empresariales y su gestión financiera. Todo ello se traduce de manera efectiva sobre los perfiles de riesgo ante las entidades bancarias, pues ahora las empresas pueden cumplir manera más óptima con sus obligaciones, lo que a su vez les permite acceder a una mayor oferta de valor por parte de la banca, que ahora puede apalancar a empresas más sólidas y financieramente sostenibles.

Otra de las sinergias que existen entre los FCP y el sistema bancario es el financiamiento de los proyectos de infraestructura de cuarta generación. La participación de distintas fuentes de fondeo en el financiamiento de este tipo de proyectos no solo facilita su cierre financiero, sino que permite diversificar la participación de las entidades bancarias en distintos proyectos y brinda la posibilidad de contar con mayores alternativas para gestionar la exposición y el riesgo de dichos proyectos.  Conscientes del potencial de la sinergia entre los FCP y la banca, las entidades bancarias han comenzado a hacerse partícipes de la industria de FCP mediante sus filiales, como comisionistas o fiduciarias, e incluso por medio de sus bancas de inversión, en temas como la administración de recursos y la estructuración y gestión de los fondos.

Los pasos que viene dando la banca van en la dirección de seguir consolidando un sistema financiero con mayor capacidad de apoyo a la estructura productiva del país, meta que será alcanzable en la medida en que los diferentes actores del sistema aúnen esfuerzos de manera conjunta e integral en dicho propósito.

A lo largo de las últimas décadas, el sector financiero se ha consolidado como una de las actividades con mayor generación de valor agregado en Colombia, siendo un actor fundamental en el apalancamiento de la inversión, de la adquisición de vivienda de millones de colombianos y de la realización de las metas de consumo de los hogares que en nuestro país buscan mejorar su nivel de vida. Todos estos procesos han generado efectos virtuosos sobre el crecimiento económico y social del país en el tránsito hacia la consecución de mejores estándares de bienestar.

Ahora más que nunca, los grandes y desafiantes retos a los que se enfrenta la economía tanto en el corto como en el mediano y largo plazo demandan un sistema financiero más sólido y eficiente, que continúe siendo soporte del crecimiento de la actividad económica y de los procesos de fortalecimiento y diversificación de su estructura productiva.

Es por esto que el fortalecimiento de los vínculos que existen al interior del sistema financiero resulta imperativo, pues permite no solo contar con mayores fuentes de fondeo para financiar proyectos de tan sentida necesidad como los de infraestructura, sino también soportar el proceso de recomposición y diversificación sectorial que tanto demanda el país. En este sentido, una de las sinergias que ha demostrado tener mayor potencial de generación de valor agregado es la relación existente entre el sistema bancario y el mercado de capitales. La literatura económica ha sido ilustrativa y contundente en señalar que para economías como la colombiana, el fortalecimiento tanto del sector bancario como del mercado de capitales es la vía más apropiada para lograr una mayor consolidación del sector financiero.

Un caso particular es el reciente desarrollo de la industria de fondos de capital privado (FCP) en el país, un vehículo de inversión que, enmarcado en el mercado de capitales, ha demostrado complementarse de manera importante con el sistema bancario. El efecto virtuoso de estos vínculos genera, por supuesto, externalidades positivas en términos de desarrollo empresarial y formalización de la economía.

Más allá de ofrecerles financiamiento a las empresas, los FCP desempeñan un rol importante en el fortalecimiento de las firmas, ayudándolas a mejorar sus estándares de gobierno corporativo, sus prácticas empresariales y su gestión financiera. Todo ello se traduce de manera efectiva sobre los perfiles de riesgo ante las entidades bancarias, pues ahora las empresas pueden cumplir manera más óptima con sus obligaciones, lo que a su vez les permite acceder a una mayor oferta de valor por parte de la banca, que ahora puede apalancar a empresas más sólidas y financieramente sostenibles.

Otra de las sinergias que existen entre los FCP y el sistema bancario es el financiamiento de los proyectos de infraestructura de cuarta generación. La participación de distintas fuentes de fondeo en el financiamiento de este tipo de proyectos no solo facilita su cierre financiero, sino que permite diversificar la participación de las entidades bancarias en distintos proyectos y brinda la posibilidad de contar con mayores alternativas para gestionar la exposición y el riesgo de dichos proyectos.  Conscientes del potencial de la sinergia entre los FCP y la banca, las entidades bancarias han comenzado a hacerse partícipes de la industria de FCP mediante sus filiales, como comisionistas o fiduciarias, e incluso por medio de sus bancas de inversión, en temas como la administración de recursos y la estructuración y gestión de los fondos.

Los pasos que viene dando la banca van en la dirección de seguir consolidando un sistema financiero con mayor capacidad de apoyo a la estructura productiva del país, meta que será alcanzable en la medida en que los diferentes actores del sistema aúnen esfuerzos de manera conjunta e integral en dicho propósito.

Banca y Economía

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    Carlos Alberto Ruiz Martínez

    Vicepresidente de Asuntos Corporativos

    Es economista de la Universidad Nacional graduado con honores, con Maestrías en Administración Pública de la Universidad de Columbia, Ciencias Económicas de la Universidad Nacional, Banca y Mercados Financieros de Universidad Carlos III de Madrid y Finanzas Corporativas de la Universidad de Barcelona.

    Antes de ser vicepresidente en Asobancaria, fue viceministro de Vivienda en el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio, Jefe de Estudios Económicos de Asobancaria, Analista Económico de Fedesarrollo, y profesor de macroeconomía de la Universidad Nacional, entre otros.

    Monica Gomez

    Mónica María Gómez Villafañe

    Vicepresidenta Administrativa y Financiera

    Es abogada de la Universidad de San Buenaventura de Cali, con estudios de Alta Gerencia de la Universidad de los Andes, con Especialización en Derecho Notarial y Derecho de Registro de la Universidad Externado de Colombia y Maestría en Administración Pública de la Universidad de Harvard.

    Entre otros cargos, se ha desempeñado como Directora Jurídica y Secretaria de la Junta Directiva en la Asociación Colombiana de Laboratorios de Investigación y Desarrollo AFIDRO, Secretaria General de la Aeronáutica Civil de Colombia y actualmente es la Vicepresidente Administrativa y Financiera de la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia – ASOBANCARIA, responsable además de la gestión administrativa y financiera, de los eventos de la asociación y desarrollo de nuevos negocios.

    Jose Manuel gomez

    José Manuel Gómez Sarmiento

    Vicepresidente Jurídico

    Es abogado de la Pontificia Universidad Javeriana, cuenta con Especialización en Derecho Laboral de la Pontificia Universidad Javeriana, Especialización en Banca de la Universidad de los Andes, Especialización en Alta Gerencia en la Universidad de los Andes y aspirante el título de Doctor en Docencia de la Universidad de la Salle de Costa Rica.

    Entre otros, se desempeñó como Gerente Jurídico y Secretario General de Leasing de Occidente, Secretario General y Primer Suplente del Presidente del Fondo para el Financiamiento para el Sector Agropecuario FINAGRO, Profesor en pregrado y posgrado de varias Universidades, entre ellas la Pontificia Universidad Javeriana y actualmente es el Vicepresidente Jurídico de la Asociación.

    Alejandro Vera

    Alejandro Vera

    Vicepresidente Técnico

    Es economista y Magister en Economía de la Universidad de los Andes, con estudios complementarios en Finanzas. Posee además un Master en Administración y Políticas Públicas de la London School of Economics (LSE), que obtuvo gracias a una beca otorgada por Colfuturo en 2007.

    A nivel profesional, inició su carrera como Asistente de la Oficina de Asesores del Consejo Superior de Política Fiscal (Confis) del Ministerio de Hacienda y Crédito Público. Durante su estadía en Londres, para cursar estudios de maestría, trabajó como consultor de la International Budget Partnership (IBP), ONG basada en Washington D.C. También fue Investigador, Jefe de Investigaciones Económicas y, posteriormente, Vicepresidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF). En este último cargo estuvo por ocho años.

    A nivel académico ha sido profesor de la Facultad de Economía de la Universidad de los Andes en pregrado y posgrado, de la Facultad de Economía de la Universidad Javeriana y de la Facultad de economía de la Universidad Sergio Arboleda. Actualmente, se desempeña como Vicepresidente Técnico de Asobancaria.

     

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    Jonathan Malagón González

    Presidente

    Jonathan Malagón González nació en Riohacha, La Guajira, el 10 de agosto de 1984. Es economista graduado con honores de la Universidad Nacional de Colombia y administrador (Bachelor of Science in Management) de la University of London. Cuenta con una Maestría en Administración Pública de Columbia University, un Master en Finanzas Corporativas de la Universidad de Barcelona y un PhD en Economía de Tilburg University.

    En enero de 2023, fue designado como presidente ejecutivo de ASOBANCARIA. Previamente, ha ejercido el cargo de ministro de Vivienda, Ciudad y Territorio de Colombia entre 2018 y 2022, vicepresidente de ASOBANCARIA, director de Análisis Macroeconómico y Sectorial de FEDESARROLLO, gerente del programa COMPARTEL del Ministerio de las TIC, gerente de Control de Gestión, asistente del CEO y jefe de Estudios Económicos de TELEFÓNICA COLOMBIA e investigador de ANIF.

    Ha sido profesor universitario de la Universidad Nacional de Colombia, Pontificia Universidad Javeriana, Universidad Externado de Colomba, Universidad de los Andes y del CESA.